Hoy me ha tocado darme un paseo por la ribera del río Oca. Parte del recorrido está aceptable, pero la mayoría es casi inaccesible.
Nada más salir una bandada de palomas inicia el vuelo, asustadas
por mi presencia. En el río observo un cangrejo que guarecido espera su
momento.
Me paro a fotografiar una rama de carrizo ( Phragmites australis)
y veo que una garza sobrevuela mi cabeza. Se posa lejos y solo puedo
sacar una mala fotografía.
En un gran tronco de chopo observo unas cuantas setas de las
denominadas científicamente Agrocybe
aegerita y vulgarmente seta de chopo.
Voy siguiendo el curso del río, cada vez que los árboles y
arbustos me lo permiten, y en una parte del trayecto me tropiezo con una gran
cantidad de aneas (Typha latifolia ) llenas de sus característicos puros. Una
bandada de patos salen precipitadamente de las aguas dándome un susto tremendo.
En otra parte son un grupo muy numeroso de las plantas
denominadas sinforicarpo o bola de nieve (Symphoricarpos albus) las que llaman mi atención.
Los arbustos de rosa canina están cubiertos de sus bayas
rojas y en gran parte de sus ramas se ven las características bolsas algodonosas
de la avispa diplolepis rosae. Abro una de ellas y fotografío el gusano.
El cardo cardador o cardencha (Dipsacus fullonum) se ve por todas
partes, e igual que fotografío el gusano de la avispa no me resisto y fotografío
el gusano que habita en sus cabezuelas (Tylenchis dipsacis) y al que el
fitoterapeuta francés Cazin averiguó que servía para quitar el dolor de muelas.
Otra planta que se ve por doquier es el lúpulo que agarrado
a los chopos, espinos albares o cualquier otro sobrevive en esta ribera.
La mayoría de los árboles que nos podemos encontrar son
chopos o álamos negros, solo me he encontrado un par de álamos blancos, sauces
(Salix alba), un falsa acacia (Robinia pseudoacacia). El espino albar, los
escaramujos, el lúpulo y el yezgo se mezclan entre estos árboles.
Hay una huerta muy cerca del cauce y el dueño tiene plantado
un almendro, un membrillo, un par de manzanos, un níspero y un nogal todavía muy joven, todos ellos con
frutos.
Los nogales fructifican en ambas orillas, y como ya nadie
los cosecha, o no se cosechan todos, las nueces sirven para que se formen muchos nuevos brotes de árboles y se ven nogales de todos los
tamaños.
En el tronco de un sauce me encuentro con dos bellos
ejemplares de Poliporus sulphureus.
Ya he terminado la primera parte del recorrido y para dar la
vuelta completa por la otra ribera inicio el regreso. Un petirrojo se posa
tranquilo en la rama del árbol y me deja fotografiarlo, así como una mariposa
de la denominada maculada o mariposa de los muros (Pararge aegeria).
Estas palomas que andaban comiendo se asustan al verme llegar.
Este cangrejo, oculto en su guarida, espera su momento.
Así baja el Oca en esta época.
El carrizo es frecuente en sus orillas.
Una garza sobrevuela mi cabeza.
Posada muy lejos no me deja fotografiarla con nitidez.
Setas de chopos sobre un enorme tronco. Agrocybe aegerita.
Gran cantidad de sinforicarpos con sus característicos frutos blancos.
Vista del río unos metros más adelante.
Aquí se ve una larva de la avispa.
El lúpulo (humulus lupulus) se sujeta sobre un gran tronco de árbol caído.
Los frutos del espino albar que aquí denominan escoplas.
Los higos aún no están maduros.
Almendras a punto de caer.
Al membrillo le falta un poco para madurar.
Mespulis germanica o nispero.
Nueces que están a punto de caer al suelo.
Poliporus sulphureus sobre tronco de sauce.
Maculada o mariposa de los muros ( Pararge aegeria)
Petirrojo ( Erithacus rubecula) posa tranquilo y atrevido ante mi presencia.
Falsa acacia (Robinia pseudoacacia) un solo ejemplar en todo el recorrido.
Otra vista del Oca
Fruto del yezgo (Sambucus ebulus)
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