martes, 31 de enero de 2017

Solduengo


Está Solduengo situada muy cerca de la nacional 232 y tiene a las localidades de Vileña y Terrazos  como vecinas.
 Su patrón es san Quirico y el pueblo celebra su fiesta el 16 de junio, y el primer domingo de octubre celebran la fiesta de la Virgen del Rosario.
Quizá su personaje más famoso sea san Iñigo, abad de Oña, que  tenía una villa en esta localidad.
Su iglesia se utilizaba como capilla del conde Sancho de Castilla, el cual entregó la iglesia y el pueblo al monasterio de san Salvador de Oña

 Iglesia de santa María
 Estanque de agua, al fondo los montes Obarenes.
 Fuente adosada a la iglesia de santa María.
 Iglesia de santa María

lunes, 30 de enero de 2017

La Parte de Bureba

La nacional 232 parte a este pueblo en dos mitades. Entre  Quintanaélez y Pino de Bureba.
Su iglesia está dedicada a san Martín y san Ildefonso.

 Iglesia de san Martín y san Ildefonso
 Ayuntamiento y bar.
 Plaza del ayuntamiento

domingo, 29 de enero de 2017

Loranquillo



Cuando le pregunté a mi amigo Paco qué dónde había nacido y me respondió que en Loranquillo, creí que me tomaba el  pelo. Jamás había oído hablar de este diminuto pueblo y son muchísimas personas de la Bureba los que no saben que existe.
Elias Rubio en su libro” Los pueblos del silencio” habla de este pueblo. En él nos cuenta que fueron dos hermanos ciegos los últimos habitantes de esta localidad. Me dijo Paco que aunque eran ciegos se defendían de maravilla por el pueblo, pero al final se acumulan los días, se amontonan los años y las fuerzas se debilitan; se tuvieron que ir a Briviesca a pasar sus últimos días de vida.
Cuando paseas por estos pueblos olvidados, donde no te tropiezas ni con perros ni con gatos ni otro tipo de ser que no sea los pájaros, el silencio es impresionante y puedes disfrutar observando sus casas derruidas, con sus puertas y ventanas destrozadas, sus vigas de enebro, de roble, de encina o cualquier otra madera, y te paras a pensar cuando esas casas tenían actividades, cuando en sus chimeneas ardía la leña, en sus altos se ahumaba los chorizos, los lomos, cuando los vecinos se reunían en su plaza a dialogar y contarse los acontecimientos diarios, cuando los domingos, todos a misa más por compromiso que por devoción, también se reunían y cuando ocurría cualquier desgracia cómo se ayudaban todos y formaban una única comunidad. Se puede aprender tanto de estos pueblos olvidados que es imposible ignorarlos, aunque dentro de unos años nadie recordará nada de ellos.
Su iglesia totalmente en ruinas y casi escondida entre las hiedras estaba dedicada a san Miguel Arcángel. Era en san Miguel cuando Loranquillo celebraba sus fiestas patronales.
Para llegar a él hay que tomar la carretera de Bañuelos de Bureba, desviarse hacia Quintanaloranco y a pocos kilómetros de este, a mano derecha, sale una carretera que nos lleva a Loranquillo.









 La torre de la iglesia capturada por la hiedra

 Iglesia de san Miguel Arcángel




Paco en la plaza de su pueblo.

sábado, 28 de enero de 2017

Carcedo Bureba



Si salimos desde Briviesca cogiendo la CL 632 y luego la  BU V 5104 pasando por Piérnigas, Rojas de Bureba llegaremos a Rublacedo de Abajo y desde esta localidad nos podemos dirigir hasta Carcedo de Bureba, que dista algo más de dos kilómetros, donde además de su iglesia románica del siglo XII dedicada a santa Eulalia de Mèrida podemos observar un pueblo pequeñito y bien cuidado.






Iglesia de santa Eulalia
Portada de santa Eulalia.

Ascenso al Peña Corba desde Bisjueces.

 Desde la pequeña localidad de Bisjueces (Burgos)  parte la ruta que asciende a Peña Corba (sierra de la Tesla) no difícil de ejecutar si es...