Ya llevaba unos dos meses sin colocarme las botas, y no estaba seguro de
cómo me responderían las piernas. El recorrido no ha sido muy duro: 18
km partiendo de una altitud de 475 m. y cuyo pico más alto, el Gobera
solo está a 748 m. de altitud.
A las 7 de la mañana la temperatura era muy agradable, cosa muy rara en septiembre en esta provincia. A las ocho de la mañana el disco solar ya nimbaba las cumbres, pero luego se ha sentido algo cohibido y hasta las once y media no se ha dejado notar de verdad. También ha contribuido bastante el que gran parte de recorrido haya sido dentro del bosque.
Al final ha sido un recorrido suave, sin incidencias de ningún tipo y disfrutando de un estupendo día.
Hemos andando un poco, roto el largo descanso y saludado a nuestros amigos los Karpanta, ¡qué más se puede pedir!
Ángel y Alejandro bajan una de las cuestas.
Tomando el avituallamiento en la ermita.
Todos los componentes del Club con el "presi" de los Karpanta.
Unos amigos.
La caseta y la campana de la ermita.
San Juan del Monte nos observa.
Los acompañantes del santo.
A las 7 de la mañana la temperatura era muy agradable, cosa muy rara en septiembre en esta provincia. A las ocho de la mañana el disco solar ya nimbaba las cumbres, pero luego se ha sentido algo cohibido y hasta las once y media no se ha dejado notar de verdad. También ha contribuido bastante el que gran parte de recorrido haya sido dentro del bosque.
Al final ha sido un recorrido suave, sin incidencias de ningún tipo y disfrutando de un estupendo día.
Hemos andando un poco, roto el largo descanso y saludado a nuestros amigos los Karpanta, ¡qué más se puede pedir!
Ángel y Alejandro bajan una de las cuestas.
Tomando el avituallamiento en la ermita.
Todos los componentes del Club con el "presi" de los Karpanta.
Unos amigos.
La caseta y la campana de la ermita.
San Juan del Monte nos observa.
Los acompañantes del santo.
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